Árbol de la esperanza,
mantente firme 1946
Frida pintó este autorretrato para su mecenas, el
ingeniero Eduardo Morillo Safa, después de una operación quirúrgica frustrada
en Nueva York. Le escribió acerca de la pintura y la cicatrices "...con las cuales esos cirujanos, hijos de
perra, me han dejado". Con el mensaje "Árbol de la esperanza, firme", el cual está
escrito en la bandera, parece darse animo a sí misma. La frase está tomada de
una de sus canciones favoritas (Cielito lindo).
En este cuadro vemos a dos Fridas; la que está a la
izquierda es la Frida que acaba de salir del quirófano en una camilla y la otra
es la figura de una Frida poderosa, derecha y llena de confianza. El cuadro
está dividido en dos mitades, una de día y la otra de noche. El cuerpo
magullado y sangrante está asignado al sol, que en la mitología azteca se
alimenta de la sangre humana de los sacrificios. Las dos heridas en su espalda
tienen eco en las fisuras del paisaje desolado que se ve detrás. La otra Frida,
que parece fuerte y optimista esta asignada a la luna, símbolo de la feminidad.
En su mano, sostiene el corsé que ella "espera" de abandonar
para siempre después de la cirugía. Desgraciadamente, esta cirugía falló
estrepitosamente y resultó en numerosas complicaciones. Ha sido descrita como
"el principio del fin" para Frida. En abril de 1977, este cuadro se
subastó en Sotheby's. El precio estimado de subasta estaba entre $20.000 -
$30.000, con un precio mínimo de venta de $20.000. El cuadro no alcanzó el
precio mínimo de venta pero se vendió igualmente al mejor postor por $19.000.
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